El optimismo está de moda. Cada día las redes sociales se inundan de mensajes y citas que parecen encaminados a contarnos que el mundo es color de rosa, siempre y cuando tú lo desees así. No comparto esa visión. El optimismo es necesario, pero siendo conscientes de la realidad.
El optimismo es necesario
Ser optimista resulta fundamental para la vida. Si el ser humano no fuera optimista por naturaleza, nadie tendría hijos, ni emprendería nuevos proyectos vitales.
Nadie crearía negocios, ni realizaría obras de arte.
Por más que hayamos conocido multitud de fracasos, siempre pensamos que no nos va a tocar a nosotros. Y es normal: si lo hiciéramos nunca haríamos nada. Dejaríamos que el miedo nos paralizara.
No podemos olvidar la realidad
Ser optimista está muy bien, como vemos. Es necesario. Pero de ahí a que un montón de oportunistas se aproveche de la buena voluntad de las personas para vender humo, media un abismo. El pensamiento positivo, por sí mismo, no sirve de nada.
Soy optimista, pero no olvido la realidad. Y la realidad, por desgracia, es muy dura. Está llena de dolor, muerte, miseria y necesidad. Lo sé porque lo he visto todo de cerca.
Nada puede funcionar sin tener presente que lo normal es que las cosas vayan mal.
Esto no es pesimismo: es realismo.
No hay nada que perder cuando todo está perdido
La norma es que las cosas no salgan bien a la primera. Y el fracaso es uno de los ingredientes del día a día.
De nada sirve pensar en positivo sin trabajo duro
Pero el optimismo, sin esfuerzo, de poco serviría. Quizás tus experiencias vitales te han marcado, y condicionan tu forma de pensar, pero para transformar la realidad, para convertir en posible lo imposible, no existe más receta que la voluntad, la perseverancia y el sentido común.
Sé optimista con realismo
Comienza por hacer lo que tienes que hacer. Por levantarte de la cama. Esforzarte. Pelear cada día con un fin en mente.
Poco a poco irán llegando cambios que anuncian otros mayores. Te irás dando cuenta de que aumenta tu autoestima.
Y un buen día, sin apenas darte cuenta, descubrirás que las cosas han cambiado. Como consecuencia de tu voluntad y el trabajo duro. No por quedarte sentado deseando que todo cambie.
"Si no luchas por las cosas que crees, es que no crees en nada"
