jueves, 6 de febrero de 2014

Diez motivos por los que nadie te contratará si pasas de los 40

Diez motivos por los que nadie te contratará si pasas de los 40 (y cómo desmontarlos)

Si tienes más de 40 años, seguro que ya sabes que estás en una edad peligrosa. No porque seas un mal profesional (si sigues trabajando, qué duda cabe de que eres competente de sobra), sino porque, como sabes, existe cierta edad a partir de la cual uno empieza a preocuparse por su futuro laboral.

Si ser joven dificulta encontrar trabajo, superar cierta edad lo dificulta aún más. Porque ahora tienes trabajo, pero, ¿qué pasa si lo pierdes? El mercado laboral actual trata (quizá) con demasiada crudeza al perfil con experiencia, con lo que, si pierdes tu empleo a cierta edad, puede que te veas en apuros a la hora de reincorporarte al mercado laboral.

Hoy nos hemos propuesto ayudarte, así que ahí van diez motivos por los que ya (casi) nadie quiere contratar a los mayores de 40 años... y las formas que tienes de combatir esas actitudes:

Motivo 1: “Salen muy caros”.

Diagnóstico: Muchas empresas dan por hecho que un trabajador de cierta edad requiere un sueldo mucho mayor que el de un joven. Esto no solo es una falacia, sino que, además, demuestra un prejuicio según el cual un trabajador con experiencia se muestra innegociable ante su posible sueldo.

Solución: Demuestra a tu potencial jefe que tu horizonte de expectativas puede rebajarse. Otra cosa es que quieran que estés 50 horas a la semana por 900 euros brutos. En ese caso, sí, que se olvide de ti... y que tenga cuidado con una posible inspección de Trabajo.

Motivo 2: “Tienen muchas cargas familiares”.

Diagnóstico: Sea justo o injusto, es posible que tu jefe piense que el hecho de que tengas pareja e hijos pueda influir en tu dedicación a la empresa o tu implicación a la hora de hacer posibles horas extra.

Solución: Haz saber a tu posible empleador que eres una persona productiva y que sabes separar la parte laboral de la familiar, ya que cada cual tiene su espacio bien delimitado.

Motivo 3: “No tienen cultura digital”.

Diagnóstico: La brecha digital por motivos de edad aún es evidente en España. Casi el 100% de los trabajadores de más de 45 años se han criado en entornos laborales que no requerían saber de internet. De entre ellos, una gran mayoría no han hecho gran cosa por reciclarse y adaptarse a la nueva economía digital.

Solución: Si no sabes de internet y tu ámbito no es el digital, recíclate cuanto antes. Si puede ser, incluso, aun teniendo trabajo. Si estás en paro, aprovecha para reciclarte profesionalmente: aprende qué es internet, cómo funcionan los sectores digitales y conviértete en un perfil profesional totalmente renovado. Si a eso le sumas tu experiencia, cualificación y know how, serás un candidato perfecto.

Motivo 4: “A lo mejor saben más que yo”.

Diagnóstico: Un motivo un tanto cobarde, es cierto, pero real. Si tu posible jefe se acerca a tu edad o incluso es más joven, es posible que tenga miedo de que tus conocimientos sean mucho más amplios que los suyos.

Solución: No se lo digas tal cual, pero hazle saber que respetas (evidentemente) la jerarquía. Tu posible jefe tiene que saber que aportarás toda tu experiencia y que esta puede serle muy útil a la empresa, pero eso no quiere decir que no respetes quién toma las decisiones.

Motivo 5: “¿Llevará bien que le mande alguien más joven?”

Diagnóstico: Tu posible jefe puede estar encantado de la vida de darte órdenes, pero quizá tema una mala reacción por tu parte y, a la larga, una mala relación laboral. No porque puedas plantarle cara, sino porque ese hecho pueda influir en tu autoestima.

Solución: Tú has venido a trabajar, ¿no? En ese caso, ¿qué más da la edad del que te mande? La mejor forma de que vea que eso te da igual es que realmente te dé igual. De modo que, si piensas que la edad sigue siendo un motivo jerárquico a nivel laboral, ya puedes ir olvidándolo.

Motivo 6: “Les falta actitud”.

Diagnóstico: Es medianamente posible que la empresa que puede contratarte piense que, a estas alturas de vida, la motivación te ha abandonado y simplemente te dedicas a hacer lo justo para sobrevivir. No es un mal motivo, ya que, si has tenido una carrera profesional muy activa, el agotamiento puede ser frecuente.

Solución: Estás sin trabajo; ¿no es esa una motivación más que suficiente para trabajar? Hace diez años podías hacer un trabajo correcto, sin más, y confiar en seguir en la empresa. Sin embargo, ahora todo ha cambiado y nadie te asegura una mínima seguridad laboral, por mucho que tengas un contrato indefinido. Cambia el chip, porque, si te duermes, te puedes despertar en la calle.

Motivo 7: “Les da miedo asumir riesgos”.

Diagnóstico: Si has forjado tu carrera profesional en entornos medianamente seguros, es posible que el hecho de asumir riesgos en un nuevo trabajo te asuste un poco. Si a eso le sumamos el componente de la edad y el posible complejo ante compañeros más jóvenes, el cóctel puede ser explosivo.

Solución: Entendemos tus posibles dudas, pero estamos ante una época nueva en la que los riesgos forman parte del día a día de muchas empresas. Si quieres ser valioso en esta nueva etapa de tu carrera, tendrás que tomar decisiones, equivocarte y asumir riesgos. Demuéstrale a tu posible empleador que estás preparado para hacerlo.

Motivo 8: “Es muy difícil enseñarles nada”.

Diagnóstico: Entre la gente medianamente joven existe la creencia de que una persona de determinada edad está menos abierta a aprender cosas. Esta posible actitud se justificaría por la llamada 'actitud del becario', que parece limitar el campo del aprendizaje a la juventud. Los profesionales con experiencia, por tanto, no tendrían que aprender nada, sino ejecutar lo que ya aprendieron.

Solución: Si estás de acuerdo con que a estas alturas de vida ya no tienes nada que aprender, ni siquiera intentes buscar trabajo y cambia de actitud. Si, por el contrario, estás convencido de que aún está todo por descubrir, demuéstrale a tu posible jefe que estás en continuo reciclaje y que el hecho de aprender cosas nuevas no representa ningún problema para ti.

Motivo 9: “No son 'movibles'”.

Diagnóstico: El hecho de que (quizá) tengas pareja, hijos e hipoteca a menudo se revela como un problema para los empleadores, que consideran que no podrán proponerte cambios geográficos ni atesorar tu disponibilidad todo lo que les gustaría.

Solución: Si lo que quiere tu jefe es convertirte en una peonza geográfica, quizá harás bien en no intentar trabajar en su empresa. No obstante, no te cierres en banda ante posibles movimientos geográficos.

Motivo 10: “Si está en paro, por algo será”.

Diagnóstico: Esta frase se puede aplicar prácticamente a cualquier parado, pero con mayor razón si tienes cierta edad. Porque puede que seas un profesional excelente, pero, entonces, ¿por qué te echaron? Y más aún, ¿por qué todavía no te ha contratado nadie?

Solución: Si tienes trabajo y temes por él, prepara tu cambio cuando aún tengas empleo. Si llegas tarde y ya estás en la calle, intenta reivindicar tu valía frente a las dudas de tu posible jefe. Si, pese a eso, el hecho de que estés en paro le parece un escollo insalvable, recomiéndole que se revise la vista para que pueda ver a los más de cinco millones de parados que actualmente hay en España. 

Rodrigo Miranda y C. Otto.

Comentarios

Interesante artículo. En definitiva, en mi opinión la edad no ha de ser un hándicap a la hora de contratar a un profesional. Lo que verdaderamente es importante es que la empresa y el futuro trabajador de más de 40 años sepan qué se ofrecen mutuamente y encajen las piezas del puzle.
Evidentemente, en época de crisis económica, el candidato no puede aspirar a "pedir el todo", pero las empresas también han de considerar que la edad es experiencia y que la experiencia hay que pagarla. La buena noticia es que no siempre el trabajador considera que su experiencia y valía esté pagada por un sueldo muy alto, sino que hay otros muchos factores que también influyen, además del sueldo, a la hora de que una empresa te resulte atrayente.
En la conjunción de conveniencia en esos factores tanto para el candidato como para la empresa está la clave.
Y quiero terminar con un mensaje de optimismo en relación a este tema, pues no todo es blanco o negro, hay muchas tonalidades entre medias y para gustos están los colores.
Yo sí creo que hay posibilidades de cambiar de trabajo si tienes más de 40 años, y más en una sociedad como la de hoy donde el cambio es constante.



" Cae nueve veces, pero levántate diez. B.L. "

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