La parábola del aparcamiento. Una historia para desempleados
¿Eres conductor o conductora? Seguramente buscando aparcamiento alguna vez, habrás dicho en alguna ocasión alguna de estas frases:
- ‘Estoy dando vueltas y vueltas y no hay manera de encontrar aparcamiento’
- ‘Madre mía, qué desesperación, no voy a aparcar en la vida’
- ‘A estas horas ya no voy a aparcar’
- ‘Estoy por dejar el coche en la esquina o en el vado y ya está porque esto ya empieza a ser desesperante’
Si no tienes carnet o vas de copiloto, igualmente sabrás que es desesperante, venga a dar vueltas por el mismo sitio, y más vueltas, y más vueltas… Pues bien, éstas son sólo algunas de las cosas que nos decimos cuando buscamos aparcamiento y no lo encontramos. Algunos incluso habrán perdido el control, habrán terminado hablando mal al de al lado o a otro coche que hacía maniobras extrañas, porque cualquier cosa ya nos hace perder la paciencia. Incluso si has ido solo en el coche a lo mejor has dicho en voz baja lo cansado que estás ya de dar vueltas y seguir en la misma situación.
Das la primera vuelta y te dices a ti mismo, ‘bueno, sólo he dado una vuelta, a ver si hoy tengo suerte y más con las ganas que tengo ya de llegar a casa’. Das la segunda vuelta, y nada. Continúas, das la tercera vuelta y no encuentras, sigues y sigues, pasan 15 minutos y empiezas a ponerte nervioso, e incluso ves que hay uno en doble fila esperando a ver si sale alguien en la calle, y sigues dando vueltas, cambias la ruta y te vas por otras calles, minutos después detectas que hay varios coches, o al menos uno, que también está buscando aparcamiento como tú y temes que se te adelante y que aparque antes que tú. Ya hay alguien buscando lo mismo que tú. No sólo estás nervioso sino que ves como ese coche que llevaba dando vueltas aparentemente menos tiempo que tú, en una de las vueltas aparca justo en un hueco que acaban de dejar libre. ¡Vaya, por poco llego yo antes!, ¡Qué mala pata tengo! y ¡qué rabia! Y sigues, y te vuelve a pasar lo mismo, otro coche ha aparcado delante de ti, pero sigues buscando y buscando, y cuando ya llevas 30 minutos o incluso más, encuentras un hueco para ti. ¡Qué bienestar!, ¡Parecía que nunca lo conseguirías! Sales del coche y ya se te ha olvidado lo que te ha costado encontrar aparcamiento, pero justo al llegar a la puerta, no sólo hay un hueco sino que hay dos para aparcar… pero ya has aparcado…¡Te ríes! O dices ¡La ley de Murphy! O incuso ¡te enfadas o molestas diciendo….¡Ahora….A buenas horas…! Pero ya es tarde y ya has aparcado. Subes a casa y sigues a otras cosas…Cuando te das cuenta ya se te ha pasado porque ya has conseguido tu objetivo.
Moraleja
Buscar trabajo funciona muy parecido a buscar aparcamiento. A veces es difícil encontrar un hueco, bien porque hay pocos estacionamientos o bien porque en ese momento hay mucha gente buscando sitio. Pero si nos subiéramos a un helicóptero o viéramos en tiempo real todos los estacionamientos en una pantalla, veríamos claramente que a cada momento están saliendo y aparcando coches en los huecos. Lo mejor de buscar aparcamiento es que tarde o temprano, todo el mundo acaba encontrando un sitio, más cerca, más lejos, en una zona que le gusta más, en un sitio que le gusta menos, pero todos acabamos consiguiendo aparcar en alguna parte. Eso que parecía imposible, lo has conseguido, ¿por qué? Porque has insistido, insistido e insistido.
La teoría o la ley de la insistencia es la clave para encontrar aparcamiento y
al final, encontrarlo. Pues bien, lo mismo ocurre con el trabajo. ¿Te habías parado a pensarlo alguna vez? Permitidnos esta metáfora, pero este pequeño ejemplo explica muy bien que a veces nos cuesta conseguir determinadas cosas y las conseguimos a pesar de que a priori parecían imposibles.
Cuando estamos dando vueltas y vueltas por empresas, mandando CV a todas partes o, lo que es lo mismo, cuando estamos dando vueltas y vueltas con el coche a la manzana o por calles y vemos que no encontramos trabajo, o no encontramos aparcamiento, nos dan ganas de abandonar, de dejar esta tarea por imposible y en el caso del trabajo, lo damos por imposible. Sin embargo cuando buscamos aparcamiento insistimos y antes o después encontramos nuestro hueco. En la búsqueda de empleo a veces desistimos y lo dejamos por imposible, pero no, nosotros mismos somos los conductores de nuestro coche y somos los que nos tenemos que mentalizar de que la insistencia es la clave para lograr resultados. Piensa en cuántas veces has abandonado el coche mientras buscabas aparcamiento, desesperado, nervioso, pareciendo imposible…
Ya sabes, encontrar empleo es como encontrar ese aparcamiento que parece que nunca vas a conseguir y que parece imposible, es cuestión de insistir, insistir e insistir sin abandonar el coche en cualquier parte dejándonos llevar por la desesperación.
http://www.eclipsesoluciones.es/blog/2014/04/la-parabola-del-aparcamiento-una-historia-para-desempleados/
http://www.eclipsesoluciones.es/blog/2014/04/la-parabola-del-aparcamiento-una-historia-para-desempleados/
"Nunca desistas de un sueño. Solo trata de ver las señales que te llevan a el."
Tambien puede suceder que te quedes sin gasolina....
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